Tres hurras por María José Cantudo. Queremos monumentos...

Queremos que vuelvan niños pidiendo el aguinaldo por las puertas de las casas mientras cantan villancicos con zambombas. Niños con abrigos de terciopelo azul y bufandas y buzos de lana de la que picaba.

Queremos que vuelvan los serenos con sus chuzos y que nos den las buenas noches y nos abran la puerta del portal cuando volvemos a casa chuzos y no somos capaces de encontrar con la llave la cerradura de casa.

Queremos una Ley de Justicia histórica para los fabricantes de buzos de lana y de pantalones de tergal que picaban como pica pica y que atormentaron nuestra infancia. Ese delito no puede quedar impune. 

Queremos un monumento para el inventor del chicle Cheiw y otra ley de memoria histórica que condene directamente al inventor del chicle Bazooka.

Queremos que los yogures de Yoplait vuelvan a regalar sobres con cromos de Marco y que se levante otro monumento al creador de Vickie El Vikingo.

Y queremos que se levante un monumento más grande a Nadiuska en bolas y a María José Cantudo enseñando sus pechos con dieciocho años.

Ellas sí que alegraban las pajarillas a los pajarillos de nuestros abuelos...